
Tenía cerca de cuarenta y seis años y parecía que nada la volvería hacer feliz..
-Venga anímate mujer, que la edad es sólo un estado mental¡Salta!Juega!Rié! Se feliz le decía su marido..
-Toma cariño te he traido tu regalo de Reyes-dijo con una gran ternura Ella abrió el envoltorio nerviosa y cuando lo vio lo abrazó con todas su fuerzas..
-¡Pero si es..¿Dónde la has encontradoo..?¡¡¡Cómo?
-Eso qué importa mi niña, acaso no era maravilloso jugar con el hace cuarenta años?
Ella se levantó y se fue a la habitación para que él no la viera llorar..
Desde el salón se oía la cadencia de la comba golpeando el suelo y sintió que le había regalado la ilusión perdida..
No pudo resistir su emoción, abrió la puerta de la habitación y vió la comba..
Estaba atada a una de las vigas y de la lengua ennegrecida de ella chorreaban gotas de espuma a las piernas varicosas que se movían al mismo tiempo que sus ilusiones perdidas..
Cerró la puerta y se desmayó