19.2.06

Dignidad


"El día de su muerte, Eva fue a la peluqueria, se cortó el pelo a la última moda, se hizo la manicura y en las uñas de los pies le pintaron unas florecitas.Luego encargó en un restaurante comida para cinco y cenó cuatro veces, cada una con una persona.La última fue Marina.La recibió en la puerta de su casa, muy arreglada a pesar de la terrible enfermedad degenerativa que tenía..le dió unos guantes con instrucciones de que se los quitara cuando saliera de la casa.Cenaron bien y bebieron vino y champán del mejor.Marina se resistía.Y ella:"Tranquila mujer así mientras yo me muero tú puedes dormir la borrachera".Cuando terminamos se tomó la mezcla de medicamentos y protestó en broma sobre lo mal que sabía en comparación al champán.Preguntó sobre cual era el camisón más adecuado y se tumbó sobre la cama sin taparse, porque quería que se le vieran las uñas con las florecitas.Me dió dos besos y le cogí la mano.Le hablaba para tranquilizarla.Temía vomitar pero se murió muy rápido.Horas después, sali de la casa, eché al correo una carta pera el Juez y me quité los guantes."

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