10.9.06

Cuenta la Leyenda que PedroI de Portugal se enamoró perdidamente de Inés de Castro, tal era su amor, que ningún obstaculo podía separarlo de ella..ni siquiera la Muerte..Inés fue degollada delante de sus hijos y su sangre regó un manantial donde ahora curiosamente unas algas rojizas siguen siendo testigos del crimen.La venganza fue consumada en el Palacio de Santarém, Pedro mandó preparar un espléndido banquete de ceremonia y mientras bebía vino los asesinos de su amada fueron atados a un poste y torturados con toda crueldad..Mientras comía con parsimonia ordenó al verdugo arrancarles el corazón a Gonzalves por la espalda y a Coelho por el pecho..Por último e insatisfecho con el tremendo martirio aún tuvo ira suficiente para morder aquellos corazones que para él siempre estarían malditos..Hizo construir un bello sepulcro para ella , su cadaver fue sacado de la tumba y engalanó los gusanos de su cuerpo ya deteriorado de terciopelo violeta , en su cabeza la corona de Reina ,la sentó en el Trono he hizo que toda la Corte le rindiera homenaje besándole la mano..Por último depositó exquisitamente a su amada en su maravillosa tumba estilo gótica ..7 años más tarde el Rey antes de morir hace otro sepulcro igual que el de Inés ..ambos tenían que ser colocados pies contra pies, para que el Día del Juicio , al despertar, lo primero que viese cada amante fuera la mirada del otro...

1 comentario:

Unknown dijo...

Realmente precioso. El amor mueve montañas. Lástima que los malvados no hubieran aguantado más la tortura. Que pena que el Rey Pedro I no se hubiera dejado aconsejar por los chinos.

Un saludo.