16.10.06


La Princesa buscaba a quien amar.Aristócratas y adinerados señores habían llegado de todas partes para ofrecer sus maravillosos regalos..joyas, tierras, tronos..todo con tal de conquistarla.Entre los candidatos se encontraba un joven que como dote sólo podía ofrecerle su amor y perseverancia:-"Princesa te he amado toda mi vida,como soy un hombre pobre y no tengo tesoros para darte..te ofrezco mi sacrificio como prueba de amor.Estaré cien días sentado bajo tu ventana, sin más alimentos que la lluvia ni más ropas de estas que llevo puestas.Esa es mi dote.."La Princesa conmovida aceptó:-"Si pasas la prueba me casaré contigo".
Así pasaron las horas y los días, soportando la nieve , el frío y las noches heladas.
Sin pestañear, con la vista fija en el balcón de su amada, el valiente joven siguió firme en su empeño, sin desfallecer un momento.De vez en cuando la cortina de la habitación real dejaba traslucir la silueta de ella, la cual con un noble gesto y una sonrisa aprobaba el sacrificio del joven enamorado.Ya los optimistas habían empezado a preparar los festejos del enlace.Llegado el día noventa y nueve , todo era alegria y alboroto, hasta que de pronto a falta de un minuto para cumplirse el plazo, ante la mirada atónita de todos y de la princesa, se levantó y sin dar explicación alguna se alejó lentamente del lugar..Unas semanas después, mientras deambulaba por un solitario camino un anciano le alcanzó y le preguntó-"¿Qué fue lo que te ocurrió estabas a un paso de conseguirlo ..porqué perdistes esa oportunidad ..porqué te retirastes?..El joven con profundo dolor y lágrimas en los ojos contestó en voz baja.."Si ella no me ahorró ni un día de sufrimiento..ni siquiera una simple hora es porque no merecía mi amor.."
(este relato va dedicado al que también dediqué gran parte de mi tiempo, constancia y dedicación , él entenderá ...)

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