13.1.07

Fumaba un cigarro tras otro un sábado cualquiera mientras se atiborraba de bombones de una marca que habia puesto de moda una Presley totalmente disecada e incorrupta de tanta cirugia.No oyó ni la sirena de la ambulancia.Sólo se dió cuenta de que habia alguien en su casa cuando el camillero la recogió del sofá a toda prisa.Las calles completamente vacias eran el único testigo de aquella ambulancia que poco a poco se acercaba al urgente tratamiento.Tras un brusco frenazo que dejó huellas de caucho quemado en el asfalto, el vehículo se detuvo en mitad del puente donde se iba a llevar a cabo la cura.El enfermero la bajó casi a rastras de la camilla, le puso un arnés que ató a una cuerda elástica, le dió una patada con todas sus fuerzas en el culo y la lanzó al vacio salvándola así de una muerte casi segura por aburrimiento.

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