9.8.08


Entró en la habitación nupcial, se desabrochó el blusón y se tumbó en la cama expectante
Ella entró y con picardía se fue quitando el mágnifico traje de boda,pieza a pieza se apreciaba parte de su cuerpo, el Principe la observaba loco de deseo, se pasaba la lengua despacio por los labios y luego se los mordía con impaciencia..
Hasta que algo le llamó la atención:
-Hay sangre en tus zapatos¡¡¿Te has hecho daño?¡¡
Ella lo besó con violencia y le dijo al oido..
-Para que el zapato entrase he tenido que hacer algún sacrificio..
Y el pudo ver a través del zapatito de cristal los otros cuatro dedos sangrando..

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un dedo por ser princesa no esta mal, jajajajaja.