3.9.08


Lo miró y cerró los ojos lentamente:
-..Voy a imaginar que estás aquí,voy a recordarte debajo de las sábanas,excitándote de sólo ver lo que hago yo, me volveré despacio para verte y morderte los labios,pasearé mis manos por mi cuerpo como si fueras tú, con tu pecho sobre el mío,con mis uñas dejándote surcos en la espalda y sentiré tu lengua lasciva en mis piernas que yo sabía dónde terminaría..no te vayas..
Cuando la viuda dejó de hablar, todos los presentes en la Iglesia estaban atónitos, ni una sola tos, ni un solo murmullo
-Y ahora me gustaría estar un minuto a solas con mi marido antes de que cierren el cajón..¡Fuera!

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