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Masticaba aquella masa de dulces,intentaba decir algo cuando la tía siempre se le anticipaba:
-"No hables con la boca llena"..
Siempre el mismo sermón:
-"No hay que masticar rápido,sólo hay que masticar bien"..
Echándose a un lado de la boca como pudo la asquerosa masa,vuelve a intentarlo,pero ella lo advierte y vuelve a lo mismo:
-"No hables con la boca llena"
Ya está,por fin se lo traga todo,nada le impide hablar,pero su tía que siempre tiene sermones para todo:
-"Si tragas tan rápido se te llenará el estómago de aire y luego te dolerá..
Cierra la boca y aspira por la nariz..-"Ahora ya puedes hablar.."consigue decir la tía mientras su cara cambia de color hasta un verde muy poco saludable..
-Ya es tarde para más sermones tía,sólo quería decirte que había puesto cianuro en tu pastel,pero claro.."como no se habla con la boca llena"pues tú misma