31.1.11



Marisa tenía un novio guapísimo,pero lo que llamaba más la atención de él no eran sus ojazos azules, sino una melena lustrosa,larga,sedosa..en resumen que parecía un cocker.
Miguel,además sabía cómo montárselo,tenía perfectamente estudiada la forma de retirarse un mechón de pelo de los ojos para luego dejarlos caer otra vez dejando atontás a las clientas del bar de copas donde curraba.Luego otra vez los bucles le caían graciosamente en el rostro cuando se inclinaba para preguntar que tomarían.
Con la excusa de hablar de mascarillas y cómo sanearse las puntas,las muy tontas terminaban enredadas debajo del ventilador de su habitación.
Pero un domingo por la mañana Marisa,descubrió un sujetador(que no era suyo)colgado de una de las hélices y decidió tomar "tijeras" en el asunto..
Preparó una cena romántica y un bote entero de somniferos.Cuando el infiel se desplomó encima del mantel,sacó unas tijeras enormes del bolso y con sádica alegría le fue rebanando aquellos maravillosos tirabuzones y metiéndolos a manojos y sin el menor miramiento en una cutre bolsa del super.
Miguel despertó aturdido,se miró en el espejo y se desmayó,.De la depresión se quedó más calvo todavía,engordó y acabó siendo agente de seguros.
La malvada de Marisa,se hizo un postizo estupendoooo..
Que prestaba a sus amigas para hacerse un moño alto cada vez que había una boda..

1 comentario:

marisa dijo...

jajajajajajajajaja, no se merecia menos el mamon, pero amo, como lo describes, asi y to, me lo kedaria de por vidaaaaaaaa.... jajajajaja