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El Principe cayó rendido delante del Dragón..La armadura totalmente destrozada,apenas podía mover el brazo derecho por el arañazo de aquella descomunal bestia.Sudoroso y agotado su valentía disminuía cada segundo que pasaba..
Había llegado a la cueva buscando a la princesa,conocida en todo el Reino por sus cabellos dorados como el trigo y sus verdes ojos como el riachuelo de palacio..
Pero ahora,al ver el tamaño del bicho aquel que la había secuestrado del castillo pensó si realmente merecía la pena la chavala,total tampoco se conocían de nada y había sido casi obligado por su padre a rescatarla..
Así que envainó la espada inclinó la cabeza en señal de respeto y empezó arrastrarse hacia atrás.La princesa gritó algo con voz chillona,pero el caballero siguió alejándose lo más rápidamente posible..
De repente el Dragón rugió y como un rayo se puso delante del humano..Escupió fuego que le chamuscaron unos cuantos pelos del perfecto peinado..Su furia era ya incontrolable abrió las fauces acercó la poderosa cabeza a la del caballero y en un susurro le dijo:
-Llévatela..por lo que más quieras llévatela..